Después de que alguien me dijera textualmente “no sé nada se tu día a día” empecé a reflexionar sobre mis “apariciones” en Internet. Es cierto: Facebook solo lo abro para subir fotos (y tardo mil) y para leer los respectivos comentarios en las subidas anteriormente. Y por su parte, el presente blog había cogido una línea muy de “columna de opinión de El País”. Y, aunque me agrada este estilo y, a su vez me alegra la buena acogida que ha tenido, hoy voy a hacer un pequeño paréntesis para contar un poco mis vaivenes diarios por estas tierras balcánicas.
Me asquea tener que reconocer que ya no tengo los 22 años de cuando pasé dos meses en Inglaterra, y, ni queriendo, estas líneas se parecerán a las que escribía por aquel entonces en mis e-mails masivos (no existía el Caralibro y nunca tuve Fotolog). Así que esta vez no hablaré de música, ni de fútbol ni de tías buenas... ¿o quizá sí?
En fin: primeramente explicaré a qué se dedica mi organización de acogida. Es una asociación llamada “Youth Tolerance” que definiría como unos hippies sin sandalias. “Youth Tolerance” colabora, a su vez, con otras organizaciones públicas y privadas como, por ejemplo, un colegio de Gorna Oryahovitsa, la Casa de la Juventud de este pueblo o un centro de discapacitados mentales. Lo de hippies viene a propósito de las reuniones semanales que hacen con chavales y chavalas que no pasan de los 17 o 18 en lo que ellos llaman el “Youth Parliament”. En él, se debate acerca de temas relacionados con los derechos humanos: igualdad de género, diversidad cultural y multirracial, protección del menor,...etc. En definitiva, es un tipo de asociación que en España “olería” a politiqueo y, para bien o para mal, tendría mil dedos señalándola... pero en fin. Lo de nuestro prejuicioso país ya lo dejé claro en la última publicación.
Mi ´timetable' semanal podría ser más o menos el siguiente. Los lunes, asisto a mis clases de búlgaro impartidas en inglés... vamos, como dos clases de idiomas en una. Por la tarde, voy al taller de teatro. En principio me interesé por esta actividad pensando en la posibilidad de trabajar en temas técnicos (lo que viene siendo “lo mío”: sonido, luces,...etc), aunque, al final, me lo estoy pasando pipa con las actividades y jueguecillos que hacemos. Ahora estoy 'to picao' aprendiendo malabares con pelotas de tenis.
Los martes imparto clases de español a los chavales de 9º grado (equivaldría a nuestro actual 3º de E.S.O.). Ayer comencé con esta actividad, y solo se presentaron tres chavalillas (y de 5º grado)... al parecer un error “logístico” (o de falta de información) hizo que no apareciera ni un solo alumno de noveno... Por las tardes, tengo el “Youth Parliament” explicado anteriormente.
Los miércoles por la mañana tengo otra hora y veinte minutos de curso de búlgaro, mientras que por la tarde me vuelvo a poner en el lado del profesor para dar mis clases de español para adultos. La semana pasada asistieron tres de los siete alumnos apuntados... Pero esa escasa asistencia fue “maquillada” con la aparición de Anna y David, mis compañeros voluntarios (a parte de Marga).
Por cierto, voy a hacer aquí un 'break' para contar que, a parte de mí, en “Youth Tolerance” colaboran otros tres becarios del programa “Servicio de Voluntariado Europeo”. Marga y Anna son dos chicas de Polonia que estarán aquí once y dos meses respectivamente (vamos, a Anna le quedan treinta días). Por su parte, David, de Suecia, vive conmigo y lo hará en Gorna Oryahovitsa durante otros once meses más. Nuestras tareas en la asociación son prácticamente las mismas, aunque están algo moldeadas para cada cual según nuestras preferencias, conocimiento del idioma y formación.
Continúo con el jueves: por la mañana (y desde esta semana) voy al Centro de Discapacitados Mentales donde, durante tres horas, mi misión es entretener a los chavales y a los no tan chavales. He de ser asquerosamente sincero y decir que esta era la actividad que menos me atraía al principio. Pero, después de la experiencia del lunes pasado, la cosa no fue tan difícil: los chicos y las chicas se pusieron realmente contentos cuando vieron aparecer a alguien nuevo, y mis tres horas allí se consumieron jugando a un absurdo juego de cartas sin reglas, o a pasarnos la pelota de unos a otros. También comprobé que es una manera buenísima de aprender búlgaro así que, mañana, no olvidaré mi libretilla.
En las tardes de los jueves estoy de nuevo por el teatro, mientras que los viernes no tengo una actividad prefijada. Sólo mi obligatoria estancia de 15 a 17 horas en la oficina. Y esto es todo...
Los fines de semana los he aprovechado para conocer la comarca (Arbanassi, Veliko Tarnovo, Bozhentsi y Gabrovo son lugares todos recomendables) y, en breve, espero comenzar mis “turisteos” por el resto del país: Plovdiv pinta muy bien. Varna, Burgas y Sazopol son ciudades costeras de visita obligada para alguien tan “playero” como yo. Y, por supuesto, me gustaría conocer “algo más” de Sofía, a parte del aeropuerto y la estación de tren...
Por supuesto, todas esas ciudades tendrán un álbum de fotos en Facebook (si mi escaso tiempo de usar Internet y la conexión que tenemos me lo permiten). Y, dado que al final no he hablado de música (aquí lo que más se oye es Black Eyed Peas y Lady Gaga) ni de fútbol (¡qué grande es ser los campeones de Europa!), al menos os deleitaré con esta camarera del bar más cool de Veliko Tarnovo.
¿Estáis ya buscando vuelos para venir “a verme”? :P
Aniversario de la primera gramática española
Hace 13 años
jajajaja más tareas que un ministro tío.
ResponderEliminarAnoche estuve hablando con la Isa de los viajes, pero tendremos que esperar a febrero de 2010 por lo menos, pero que sepas que lo tenemos en mente
Siiiii!! yo, si to sale bien este mes empiezo a currar asi que ya mismo vamos pallaaaa! muchos besitos!
ResponderEliminarme gusta tu rutina, en el próximo vuelo me tiro pa allá
ResponderEliminarno t imagino en tus jueves x la mañna... xo mola!!!
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