No es casualidad que esté publicando las presentes líneas a unas pocas horas del 12 de Octubre: día de La Hispanidad. Por cierto: felicidades españoles y españolas, felicidades Zaragoza, y felicidades a la Guardia Civil.
Hace unos meses estaba haciendo eso que tanto me gusta hacer en Internet: ver monólogos, y en uno de ellos (no recuerdo de quien) hablaba de ese sentimiento patrio que nos sale a los españoles cuando estamos fuera de nuestro país. Decía el monólogo que si Arzallus (para los de la LOGSE: el que fuera líder del Partido Nacionalista Vasco) fuera al extranjero y le preguntaran si es español, este zapatearía en el suelo cual Rafael Amargo en “Bodas de Sangre” y exclamaría “¿pero es que lo duda, hostia?”.
El orgullo de ser español es algo imposible de mostrar en nuestro país a no ser que quieras que te relacionen con la derecha. “El orgullo de ser español” es exactamente el título de una canción de la banda neo-falangista Estirpe Imperial. Tuvimos que esperar cuarenta y dos años y ganar una Eurocopa de fútbol para salir a la calle con nuestra bandera y gritar sin miedo“¡viva España!”.
Por eso los españoles nunca viajaremos a la Luna. Ya estoy viendo a ese astronauta clavar la bandera de España y medio país llamarle “facha”. Por eso, y porque en lugar de tener una frase preparada a lo Amstrong en plan “este es un pequeño paso para el hombre pero un gran salto para la humanidad”, nosotros diríamos “¡madre mía, esto está muerto! ¿aquí dónde se sale?”.
Si os habéis reído con el último párrafo, he de ser sincero y reconocer la autoría de los chistes a dos cómicos de la Paramount Comedy: el madrileño Goyo Jiménez y el almeriense Paco Calavera. De todas formas yo, al igual que Paco, soy de los que piensan que lo de Neil Amstrong fue un montaje y que el hombre nunca pisó la Luna... “¡no ha llegado el AVE a Almería, va a llegar el hombre a la Luna!”.
Y en la Luna, o en cualquier otro lugar lejos de la piel de toro, los españoles hacemos cosas extrañísimas. Cosas que nunca haríamos estando en nuestro país, como la que -sin ir más lejos- hice yo anoche en un salón con cuatro polacos. Estabamos viendo videos de una banda de hip-hop de su país cuando yo me levanté orgulloso para mostrarles algo de rap español. Nunca escucho hip-hop en español (ni en francés ni en inglés), y jamás en la vida he tecleado en Youtube las letras S, F, D y K seguidas. Debe ser que, gustándome el rock independiente y viviendo con un sueco, me sentía algo desplazado musicalmente. Él no conoce a Los Planetas y yo admiro la brillante escena sueca de rock cool con Mando Diao, The Hives y The (International) Noise Conspiracy a la cabeza.
Además, llevamos toda la vida tragándonos su mierda: desde Abba a Roxette, pasando por Europe (¡sí! ¡Europe son suecos! No tenía ni idea...). Y, en aquella tarde en la que sonaron tantas bandas suecas en la radio del restaurante donde comemos todos los días, cuando escuché los primeros acordes de “La Tortura” de Shakira y Alejandro Sanz casi me pongo de pié. Por su parte, Enrique Iglesias es (y sé que esto es una gran putada) el artista español más grande fuera de nuestras fronteras, mientras que su padre sonaba en un taxi búlgaro el día que fui a Gabrovo.
Pero, al igual que cuando estuve en Inglaterra, aquí me he dado cuenta de que los reyes (y nunca mejor dicho) de la música hecha en nuestro país siguen siendo los Gyspy Kings (y, para el que no lo sepa, son franceses). Por supuesto, cuando los escuché en la discoteca Spider de Veliko Tarnovo, no me faltó tiempo para remangarme y palmear la célebre “volaaaaree, ooh, ooooh”.
Son las cosas que hacemos cuando no estamos en España. ¿Es la nostalgia o es la libertad de poder mostrar nuestro orgullo patrio sin miedo a que nos llamen fascistas? Otro ejemplo: el otro día me puse un disco entero de Calamaro... Nunca he sido capaz de escuchar más de tres o cuatro canciones sueltas, y aquella tarde me cepillé los dos CDs de “Honestidad Brutal”. Ya sé que estaréis pensando “¡pero si Calamaro es argentino!”. Sí y no. Siempre defenderé Tequila y Los Rodríguez como lo que son: grupos surgidos de la escena rock madrileña; Andrés está empadronado en Malasaña. De todas formas, ¿qué mas da?, si Jennifer López también es española y los burritos y los nachos son platos típicos de nuestra gastronomía. No lo digo yo, lo dicen los europeos. ¡Y yo pensaba que los únicos que confundían Latinoamérica con España eran los yanquis!
De todas formas, es algo que me viene –incluso- bien en situaciones como, por ejemplo, “comprar alcohol en un supermercado”, ya que el sueco y las polacas me creerán si les digo que el ron es español. De hecho, los expertos dicen que la caña de azúcar se exportó al Caribe desde el Reino de Granada, así que aunque el Havana Club sea más prestigioso que el Ron Pálido de Motril, el ron es algo tan español como la paella. Y es que, mi sangre española (titulo de una canción de Manolo Tena y, también, de Estirpe Imperial) hierve cuando David ve una botella de vodka Absolut y exclama “Oh! A Sweedish vodka!” A Anna y a Marga casi les tengo que agradecer que el patrocinio de la firma polaca Sobieski salvara la celebración del último Creamfields en El Ejido. Por cierto: ¿sabíais que Rusia y Polonia mantienen una guerra (sin bombas) por el registro del vodka? En el CBA (el Covirán búlgaro) no encontré ni una sola marca española de alcohol, pero, ¿qué íbamos a exportar? ¿Whisky DYC o ginebra “matarratas” Larios?
Una cosa que no hago muy a menudo en España y voy a empezar a hacer aquí es ver más cine. Cine español. Y no lo haré por nostalgia o por orgullo. No exactamente. Lo haré para que cuando me hablen de películas españolas, no repetir tanto la frase “I haven't seen it before”. Y es que, el cine español está muy respetado más allá de los Pirineos, y no sólo por Almodóvar y Amenábar. Directores y directoras como Isabel Coixet o J.A. Bayona son más que conocidos, y ¡qué decir de nuestros oscarizados actores Bardém y Penélope!. Mientras, en España, continuamos con el eterno debate “cine español sí / cine español no”. Qué curioso, ¿verdad?
Y para ir cerrando este nuevo capítulo de “reflexiones desde Los Balcanes”, he reservado para el final todo lo que concierne al deporte. Amigos y amigas compatriotas, permitidme deciros lo siguiente (imaginad que me levanto y alzo mis brazos en forma de “V”): “¡SOMOS LOS PUTOS AMOS!”
Cuando estoy con David agacho la cabeza si me habla de bandas suecas de rock. Pero cuando hablamos de fútbol es él el que casi se tiene que poner rodillas y alabarme. Está clarísimo: a nivel de selecciones somos los actuales campeones de Europa. Pero, por si alguien lo dudaba, a nivel de equipos tenemos la mejor liga del planeta. Esto me lo dice un sueco, pero también me lo dicen los polacos y algún que otro búlgaro. Paradójicamente, la liga que se sigue bastante en Bulgaria es la “Premier” inglesa, y no la española. Debe ser porque el nuevo ídolo nacional se llama Berbatov y juega en el Manchester United.
Aún así, los tiempos de Hristo ya pasaron (que a nadie se le olvide que Bulgaria fue tercera en el mundial de USA '94, más que España en toda su historia) y el deporte que más siguen actualmente es el voleibol masculino. Al parecer, la selección búlgara está en estado de gracia y, al igual que en España con el baloncesto, ellos “se han echado” al voley. Por cierto: qué ganas tengo de hablar de basket con alguien del Este.
Pero no sólo saco a relucir mi orgullo patrio en los deportes de equipo. Y es que, aunque Rafa Nadal ya no sea el número uno, y Fernando Alonso ya no gane mundiales a pares, estos deportistas que tantos minutos (publicitarios) de televisión ocupan en España, son también grandes fuera de nuestra piel de toro. Alex (una chavala del grupo de teatro) ya me apoda “Alonso”.
¡Ay, mi España! Fruto de la Corona de Aragón y de los reinos de Castilla, de León, de Navarra y de Granada. Tierras que han visto moros y cristianos. Antigua casa de romanos y de cartagineses. De fenicios y de visigodos... Ahora muchos no entienden (o no quieren entender) nuestro mapa, nuestro escudo ni nuestra bandera, y se hacen preguntas como ¿por qué los colores de “la nacional” y no los de “la republicana”? ¿Por qué León comparte Comunidad Autónoma con Castilla La Vieja? ¿Por qué Granada está en Andalucía? ¿Por qué Cartagena está en Murcia? Y otros muchos optan por quitarse de en medio y decir que no se sienten españoles usando pretextos (falsos o confusos) como que “nunca lo fueron”. Siendo yo actualmente vecino de una serie de extrañas fronteras de lo que antes era un solo país llamado Yuloslavia, a veces me pregunto si ahora serán más felices y si es esto lo que desearían algunos españoles que ocurriera en nuestro país (y no me refiero precisamente a “matarnos entre nosotros”). A tres mil kilómetros de España, hago como que aparto pancartas de “Catalonia is not Spain” y banderas ikurriñas para sacar tímidamente mi bandera de España mirando de reojo por si alguien me apunta... con el dedo.
Soy español y me temo que no podré evitar el miedo al orgullo se serlo. Porque lo tengo (el orgullo y el miedo).
Aniversario de la primera gramática española
Hace 13 años
¡He de confesar que este texto me hubiera gustado redactarlo yo! Subscribo practicamente todo lo que has dicho, hacemos cosas "muuuu" raras. Pero "semos asín" XD.
ResponderEliminarUn apunte respecto a Calamaro, la "Roquelux" lo puso entre los 100 mejores discos españoles del siglo XX. Y lo que dice Santi Carrillo va a misa... XD. A mí "Honestidad Brutal" me gusta, tengo el cd original, después ya se le fue mucho en los siguientes discos (cosas de la "drogaina", quizá).
jajaja! el mismo domingo que publique esto, estuve hablando con una amiga sobre el "power" de Santi Carrillo (que ha convertido en 'indies' a perroflautas como El Guincho). Y por supuesto, de los generos musicales patentados por la Rockdelux, como el FistroPunk, el PubRock, el PostPop,...
ResponderEliminarBuen'isimo!!!!!! Soy tu fan gracias a este post!!! Tienes toda la razon, los espanoles, cuando salimos hacemos cosas raras.... Tb es verdad que desde que he vivido fuera me gusta mas Espana que lo que me gustaba antes y, me he vuelto una defensora de que 'como en Espana no se come en ningun lao':)
ResponderEliminarFdo: BarbaraenDimceKovacevsk
es que mucha gente no aprecia lo bien que se está en España, por su clima, su gente, su gastronomía, y muchas cosas más.. y muchos no llegarán a apreciarla si no salen de donde están. A mi me encanta ser española, y si mucho más ser andaluza! ole ahi! y bailo los gipsy king y los chichos donde me los pongan! jajaja
ResponderEliminarmuak!
100% de acuerdo, todos hacemos exaltación de la patria chica en cuanto salimos fuera, debe de ser un error genético.
ResponderEliminarLaura.
PD: cuando quieras estas invitado